"El PIB español registra una variación del 16,7% en el tercer trimestre de 2020 respecto al trimestre anterior en términos de volumen. En el segundo trimestre la tasa fue del -17,8%", informó el Instituto Nacional de Estadística de España en su informe trimestral correspondiente al período entre julio y septiembre.
El INE constata con sus últimos datos que el fin del confinamiento domiciliario que se prolongó hasta junio y las medidas impulsadas por el Gobierno español para preservar el empleo y evitar el cierre de negocios llevaron a un crecimiento económico récord.
Con este fuerte impulso tras el primer estado de alarma por la crisis del coronavirus, España abandona la recesión técnica en la que entró en el anterior trimestre, tras dos caídas consecutivas del 17,8% entre abril y junio, y del 5,2% entre enero y marzo.
Se trata de un respiro para la economía nacional que coincide con las graves pérdidas de ingresos que el sector turístico experimentó en verano ante la falta de turistas extranjeros.
En concreto, la tasa de crecimiento intertrimestral fue 34,5 puntos superior a la estimada para el segundo trimestre y superó las previsiones del Gobierno español.
Los datos trimestrales indican que el consumo de los hogares españoles fue el principal impulso económico entre julio y septiembre, con una subida histórica de 20,7%, que contrasta con el desplome del confinamiento (-20,4%).
Pese a esta tregua en los datos económicos, las previsiones del Gobierno español apuntan a que la pandemia frustrará esta fuerte reactivación en el cuatro trimestre del año, cuando se prevé que el efecto de los rebrotes de COVID-19 y las nuevas restricciones para contener al virus frenen gran parte del crecimiento.
España se sitúa desde el 25 de octubre bajo un nuevo estado de alarma acompañado de una nueva paralización de parte la actividad económica nacional, lo que empeora las perspectivas para el último trimestre de 2020.
El Gobierno calcula que el retroceso del PIB a finales de 2020 ascenderá al 11,2%, una previsión que el Banco de España eleva al 12,6%.
Más pesimistas son los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que otorga a España la peor recesión entre las economías más desarrolladas con un derrumbe del 12,8%, acompañado de un crecimiento de un 7,2% en 2021.