"Marchamos con alegría, esperanza y dignidad porque creemos en Colombia, en su gente y sus luchas. Creemos que este país merece una segunda oportunidad sobre la tierra. Seguimos caminando por la vida y por la paz", dijo el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), integrado por exguerrilleros de la disuelta FARC, en su cuenta de Twitter.
Marchamos con alegría, esperanza y dignidad porque creemos en Colombia, en su gente y sus luchas. Creemos que este país merece una segunda oportunidad sobre la tierra.
— FARC #PorLaVidaYPorLaPaz (@PartidoFARC) October 30, 2020
Seguimos caminando #PorLaVidaYPorLaPaz 🌹🇨🇴
Las personas que han sido asesinadas durante este proceso siguen presentes con nosotros y nosotras. Ese es el clamor en San Alberto #Cesar. #PorLaVidaYPorLaPaz pic.twitter.com/rFeSnAIOV2
— FARC #PorLaVidaYPorLaPaz (@PartidoFARC) October 30, 2020
El senador Carlos Lozada del partido FARC anunció en esa red social que "el próximo 1 de noviembre llegan a Bogotá cerca de 2.000 exguerrilleros en la Peregrinación por la Paz y la Vida. Se está acribillando la paz".
El próximo 1 de noviembre llegan a Bogotá cerca de 2000 exguerrilleros en la Peregrinación por la Paz y la Vida. Acompáñenos el día 2 en la Plaza de Bolívar a partir de las 10:00 am
— Carlos A. Lozada (@Carlozada_FARC) October 29, 2020
SE ESTÁ ACRIBILLANDO LA PAZ https://t.co/bMKWhZcR4m
La marcha es impulsada por los firmantes de la paz con el Gobierno colombiano en abril de 2016, en La Habana, Cuba.
La movilización exige el respeto a la vida y la paz, así como rechaza la violencia e "inacción" del Estado que ha provocado el asesinato de 234 excombatientes de las FARC-EP.
Algunos de los exguerrilleros que se están movilizando visten camisetas blancas que dicen "Por la vida, por la paz", mientras que otros ondean banderas también de ese color y de Colombia.
Tras la firma del acuerdo final de paz entre el Gobierno y la antigua guerrilla de las FARC, en noviembre de 2016, unos 11.000 integrantes y militantes del grupo rebelde se desmovilizaron y dejaron sus armas; de estos, unos 3.400 se ubicaron en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) para desarrollar proyectos productivos como parte de su proceso de reinserción a la vida civil.
Sin embargo, algunos antiguos ETCR (cuya vigencia legal fue de sólo 24 meses, pero cuyas instalaciones aún se mantienen y ahora hacen parte de los municipios) son objeto de presiones, amenazas y hostigamientos por parte de grupos armados ilegales relacionados con narcotráfico.