La vista fue de carácter administrativo y apenas duró unos minutos en la sala 3 del Tribunal de Magistrados de Westminster, en la capital británica.
La jueza Vanessa Baraitser, que preside la causa, se ausentó de los trámites y su lugar fue ocupado por el subjefe de los magistrados de distrito, Tan Ikram, de acuerdo con fuentes judiciales.
Belmarsh y otros presidios británicos siguen sujetos a restricciones contra el COVID-19, que han dificultado la preparación del caso, según una constante queja del equipo de Assange.
Baraitser tiene previsto comunicar su veredicto a favor o en contra de la extradición el 4 de enero de 2021, según indicó al cierre de los testimonios orales.
Ambas partes tienen derecho automático a recurrir la decisión que tome la jueza en este extraordinario pulso, que bien podría llegar hasta el Supremo del Reino Unido y la Corte de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Todos los cargos se refieren a documentos militares y diplomáticos que han sido publicados en la plataforma de WikiLeaks.
El veredicto final indicará si la libertad de prensa tiene prioridad sobre la protección de secretos de Estado, aunque estos encubran aparentes abusos de poder y violaciones de los derechos humanos.