Además de fuertes dificultades sanitarias y económicas, la pandemia de COVID-19 consiguió demostrar el lugar central que ocupa la ciencia y la investigación en lo que concierne a toda clase de asuntos sociales.
En comparación con el Producto Interno Bruto (PIB) de cada país, el conjunto de países iberoamericanos invirtió un equivalente al 0,74% del PBI regional (datos de 2018), mientras que específicamente la región de América Latina y el Caribe alcanzó solo el 0,63%.
Las cifras preocupan frente a países como Corea e Israel, que según dice la OEI en su comunicado, destinan un equivalente a casi el 5% de su PIB anual a la ciencia, mientras que otros como Alemania y Estados Unidos se acercan al 3%. Si se la mira a nivel mundial, la cifra es de un 2,8%, entre 2009 y 2018.
Son más de 150 los indicadores de ciencia que se han utilizado para elaborar el informe anual de la OEI, llamado Estado de la Ciencia en Iberoamérica. Todos están disponibles de forma virtual en el siguiente link.
La organización resaltó la función que la ciencia ha tenido en "el contexto actual de crisis" en el marco de la pandemia, y enfatizó en este sentido "que resulta imprescindible transformar los sistemas de ciencia y tecnología de Iberoamérica para adaptarlos a las nuevas realidades, decisores políticos y ciudadanía necesitan actuar de manera informada para 'no dejar a nadie atrás'".