"Hoy se consolida la recuperación de la democracia para el pueblo boliviano. Han sido 11 meses de incertidumbre política para el pueblo boliviano que hoy se consuman y hoy el pueblo puede estar tranquilo, que hemos cumplido la tarea de recuperación de la democracia", dijo en breve declaración a la prensa.
Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS), habló con reporteros tras recibir del Tribunal Electoral (TSE) su credencial como candidato presidencial ganador de los comicios del 18 de octubre, junto con su candidato vicepresidencial, David Choquehuanca, quien recibió también su acreditación en el mismo acto.
Recibí la credencial que me acredita como Presidente electo del Estado Plurinacional de #Bolivia. Ratifico mi compromiso de trabajo y amor por la Patria. Gracias al pueblo boliviano por la confianza. #VamosASalirAdelante pic.twitter.com/Vd5QhJCAY7
— Luis Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) October 28, 2020
El presidente electo, que logró 55,1% de los votos válidos, añadió que estaba listo para iniciar su gestión y restó importancia a la polémica surgida este 28 de octubre por la decisión del MAS de modificar los reglamentos legislativas para liberarse en parte de la obligación de lograr dos tercios para algunas decisiones.
"La Asamblea [Parlamento] se mantiene en la legalidad", dijo escuetamente sobre la composición del nuevo Parlamento electo también el 18 de octubre, en el cual el MAS volverá a ser mayoría absoluta pero sin dos tercios de votos como en la legislatura a punto de concluir.
El presidente del TSE, Salvador Romero, destacó en el acto que la acreditación de los mandatarios electos ponía fin a un proceso electoral extraordinario, producto de un acuerdo político tras el derrocamiento del Gobierno de Evo Morales (2006-2019) y la asunción del Gobierno transitorio de Jeanine Áñez hace casi un año.
"Entregamos credenciales de Presidente y Vicepresidente electos porque tal fue la libre voluntad de los bolivianos", proclamó.
Remarcó además que las elecciones y el cómputo posterior se realizaron en paz, sin que se cumplieran los pronósticos de violencia y caos que había hecho el Gobierno transitorio.