Según la empresa, entre julio y septiembre las pérdidas fueron de 1.500 millones de reales (más de 261 millones de dólares), un dato menos malo que el del segundo trimestre del año (cuando hubo pérdidas por valor de 2.710 millones de reales, 471 millones de dólares).
El resultado, muy impactado por la crisis generada por la pandemia de COVID-19, contrasta con los datos del tercer trimestre de 2019, cuando la petrolera obtuvo 9.000 millones de reales de beneficio (más de 1.560 millones de dólares).
Según la empresa, el resultado negativo se debe a que el aumento de los ingresos relacionado con el incremento del volumen de las ventas de petróleo y derivados (aumentaron un 18% respecto al trimestre anterior) se vio neutralizado por gastos financieros.
"Destaca la recuperación de las ventas de diésel y gasolina; esos productos se vieron muy afectados por el COVID-19 en el segundo trimestre y la recuperación trimestral fue la más fuerte de nuestro portfolio, tanto en volumen como en precios", informó la compañía, que añadió que los ingresos con las exportaciones también aumentaron.
En términos de composición de ingresos del mercado interno, el diésel y la gasolina respondieron por el 69% de los ingresos nacionales de ventas de derivados del petróleo, seguidos del GLP (gas de cocina), con el 11%.