"Si gana Trump vamos a ver una profundización de las diferencias políticas, con un probable mayor acercamiento a los conflictos de China, mientras que Biden es más respetuoso del derecho internacional, pero aun así no va a ceder", dijo a Sputnik el analista uruguayo Ignacio Bartesaghi, catedrático de Relaciones internacionales.
El también decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay y miembro del Sistema Nacional de Investigadores señaló que cabe esperar que el demócrata "sostenga las diferencias con China, pero a otro nivel".
En caso de ganar el actual mandatario, Bartesaghi estima que habrá "continuidad en lo tecnológico y lo comercial, pero podría darse un viraje en lo político que lleve a conflictos de otra escala".
Desde su punto de vista, la política de Trump en relación al gigante asiático es "errática y contraria a la lógica económica", por lo que "no es sustentable en el tiempo" y choca con la realidad, ya que "las cadenas de valor siguen estando ahí, las piezas y partes siguen proviniendo de China".
En cambio, un triunfo de Biden implicaría generar un vínculo en el que se mantendrían las diferencias en materia política y de derechos humanos, pero se inauguraría "un nuevo estilo" de relacionamiento.
Este "cambio de tono" en el relacionamiento sería "rotundo" y mostraría a un EEUU "dispuesto a discutir sobre los grandes puntos de la agenda internacional, lo que no ha hecho Trump, que ha elegido el camino del bloqueo para ganar poder negociador".
Para Bartesaghi, con una "visión más internacionalista, Biden no se mostraría blando, pero cambiaría y daría un poco más de aire al tensionado sistema internacional".
Rivalidad estratégica
Por su parte, el antropólogo argentino Andrés Serbin, presidente de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), instituto de investigación independiente que reúne a catedráticos de América Latina y el Caribe, advirtió que si el presidente de EEUU accede a un segundo mandato, "vamos a tener más Trump que nunca".
Serbin señaló que la posibilidad de que esa rivalidad estratégica entre los dos países se profundice implica dificultades, ya que se trata de las dos economías más poderosas en el sistema internacional.
Otro plano de enfrentamiento es el tecnológico, demostrado en la reticencia para aceptar a Huawei y el sistema 5G y las presiones que ejerce EEUU para que otros países occidentales no lo acepten, a lo que se suma una competencia que se extiende al manejo de temas de ciberseguridad y al desarrollo de inteligencia artificial, así como a las rivalidades espaciales.
En cambio, entiende que con un triunfo demócrata habría "un tono más diluido" en la confrontación con China, equiparando al país asiático con la Federación de Rusia en términos de amenaza, un país con el que Trump ha sido "mucho más tolerante".
Serbin entiende que entre China y Rusia hay "un matrimonio de conveniencia con un intercambio creciente, una articulación en el ámbito económico y un importante desarrollo del comercio".
Si gana Biden, "la gran pregunta es si vamos a tener una confrontación de EEUU con el ámbito euroasiático en general o solo con partes", ya que si en este momento en la lista de amenazas, para la Administración Trump la prioridad es China, para una administración Biden las amenazas van a ser las dos.