Con estos nuevos datos, España acumula ya un total de 1.116.738 personas contagiadas y 35.298 fallecidos desde el inicio de la crisis sanitaria.
La región con una peor situación epidemiológica es Navarra, con una incidencia de 1.141 casos, seguida de Aragón (872), La Rioja (701) y Castilla y León (562).
Además, el enclave norafricano de Melilla también muestra una situación preocupante, con una incidencia 1.129, muy por encima del umbral de 250 que España marca como límite para declarar el escenario de "riesgo extremo" en un territorio.
Pese a que estas son las zonas con mayor incidencia, la expansión del virus es una realidad en todo el país, ya que solo una de las 17 comunidades autónomas del país tiene una incidencia menor a los 150 casos por 100.000 habitantes.
Ese territorio son las Islas Canarias, que con una incidencia de 76 casos consiguió recientemente que Reino Unido y Alemania levantaran su veto turístico al archipiélago.
Mientras tanto, la situación en el resto del país llevó al Gobierno a declarar un estado de alarma que el presidente Pedro Sánchez pretende prorrogar por un periodo de seis meses para amparar jurídicamente las medidas contra el virus.
Además del aumento de la incidencia de casos, los datos del Ministerio de Sanidad muestran que los hospitales afrontan cada día una mayor presión asistencial.
Un total de 16.696 pacientes de COVID-19 se encuentran ingresados en centros hospitalarios, ocupando el 13,9% del total de camas del país.
De ellos, un total de 2.292 pacientes necesitan cuidados intensivos, lo que eleva hasta el 25.04% la ocupación de las camas UCI.