El laboratorio tenía contenedores para sustancias químicas de unos dos pisos de altura que podían procesar 5.000 kilos de materia prima a la vez, informa el Coordinador de Métodos de Investigación de la Fiscalía General mexicana, Felipe de Jesús Gallo.
"En esta Fiscalía de la República no tenemos antecedentes de un aseguramiento de un tipo de maquinaria de esta dimensión utilizada para la elaboración de drogas sintéticas", recalcó.
El laboratorio se escondía en una supuesta tienda de productos de limpieza industrial en las afueras de la Ciudad de México. Detrás del escaparate había un almacén con tanques de 1.000 litros con sustancias químicas para producir metanfetaminas y el opioide sintético fentanilo.
Unos 290 kilogramos de metanfetaminas de alta pureza fueron encontradas en otro laboratorio en el estado septentrional de Sonora. Algunas de las drogas estaban destinadas para Estados Unidos. Toda la operación estaba dirigida por personas vinculadas a un grupo en Sinaloa, sede del cártel de drogas del mismo nombre.