La isla es de gran interés turístico. Además, allí se encuentran bases polares de varios países, incluida Rusia.
Según el jefe de la expedición antártica rusa, Alexandr Klépikov, los mosquitos los trajeron los turistas.
Antes los mosquitos comunes nunca se habían visto en la Antártida. Hasta ahora los científicos se han interesado por tal hecho inusual y se inició la investigación correspondiente. Se llevará a cabo en todas las estaciones de la isla: han desarrollado trampas especiales para atrapar a los insectos.
El investigador añadió que los chupasangres se instalaron en uno de los edificios en la base antártica rusa Bellingshausen. Por lo que se llevaron a cabo labores de fumigación.
Hasta ahora, la Antártida ha sido el único continente libre de mosquitos comunes. Allí es donde habitaba solo una especie de mosquito: la Belgica antarctica que no tienen alas.