La intención norteamericana es rechazada rotundamente tanto por Moscú –que argumenta que elementos del sistema de contención nuclear ruso quedarían dentro del radio de acción de misiles estadounidenses–, así como por Pekín.
Según la parte china, semejante paso sería "una acción desestabilizadora y provocativa" que amenazaría sus "fuerzas nucleares".
Pese a que las dos naciones prometieron "unas contramedidas necesarias para proteger sus intereses en materia de seguridad", Washington no deja de aumentar el grado de tensión. La reciente incursión del destructor John S. McCain en el mar de China Meridional volvió a demostrar quién es el principal blanco de EEUU en la región.
Una de las tantas incursiones marítimas que "atentan gravemente la paz y la seguridad" en la zona y constituyen "una pura demostración de hegemonía", denunció el Ministerio de Defensa chino.
"La presencia militar estadounidense en el mundo, con todas sus bases, es indudablemente la primera", apuntó la experta, al indicar que la capacidad china quizás sea de "un tercio" de la estadounidense, pese a "una modernización absoluta en todos los sectores", entre ellos de Defensa, que lleva a cabo desde hace unas décadas.
Algo que, sin embargo, no significa que deje sin respuesta la estrategia regional norteamericana, tal y como se desprende de las palabras de Diana Andrea Gómez Díaz.
Y es que, de acuerdo a la también profesora del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia, "lo que es el mar de China Meridional y el estrecho de Malaca" es una cuestión de "supervivencia" para el gigante euroasiático, tanto en lo que tiene que ver con su abastecimiento energético, como también en lo concerniente a su "política de globalización bajo la cual, de hecho, se instauró la Nueva Ruta de la Seda".
"Es la zona de más alta volatilidad del mundo en este momento", enfatizó la especialista colombiana.