"La probabilidad posterior de que estemos viviendo en la realidad base es casi la misma que la probabilidad posterior de que seamos una simulación, con las probabilidades inclinadas a favor de la realidad base por solo un poquito", explica Anil Ananthaswamy, autor del artículo.
Bostrom supone que, en esa situación, al menos una de las siguientes tres afirmaciones es falsa: 1. La humanidad siempre se extingue antes de desarrollar la capacidad para elaborar una simulación de la realidad; 2. Si llegara a alcanzar esa capacidad, los humanos no tienen interés en simular su propio pasado ancestral; 3) La probabilidad de que estemos viviendo dentro de una simulación es cercana a uno.
"De ello se desprende que la creencia de que existe una posibilidad significativa de que algún día nos convertiremos en posthumanos que ejecuten simulaciones de ancestros es falsa, a menos que estemos viviendo actualmente en una simulación", cita Ananthaswamy.
Del mismo modo, el periodista recupera las conclusiones de un estudio realizado por el astrónomo David Kipping, de la Universidad de Columbia. Con base en el argumento de Bostrom, el científico calculó la probabilidad de un suceso denominado 'probabilidad posterior', con base en una suposición sobre el objeto en cuestión y asignándole una 'probabilidad previa'.
Asimismo, agrupó los primeros dos postulados de Bostrom en un solo dilema, considerando que, en ambos casos, el resultado final es que se excluyen las simulaciones. Los dos escenarios resultantes señalan una hipótesis física (sin simulaciones), así como otra hipótesis de la simulación (hay una realidad base y también simulaciones).
Al aplicar todos estos razonamientos a una fórmula bayesiana, la cual permite calcular la probabilidad de un suceso, Kipping concluye que el escenario en el que vivimos una verdadera realidad es apenas algo más probable que el de un mundo virtual.
La teoría de la simulación se volvió ampliamente conocida a partir del lanzamiento de la película Matrix (1999), sin embargo, Ananthaswamy recuerda que Platón especuló sobre la misma posibilidad hace siglos.
Del mismo modo, destaca que el director de Tesla y fundador de SpaceX, Elon Musk, es uno de los partidarios más conocidos de las proposiciones de Bostrom, pues considera que las probabilidades de que no seamos simulados son de "una en miles de millones".