Según el estudio Mapa de los grupos armados de Río de Janeiro, adelantado por el portal G1, "hasta el fin de 2019 la milicia dominaba el 25,5% de los barrios de Río de Janeiro, un porcentaje que representa el 57,5% de la superficie territorial de la ciudad".
El estudio fue realizado por el Grupo de Estudios de Nuevos Ilegalismos de la Universidad Federal Fluminense (UFF), el Núcleo de Estudios de Violencia de la Universidad de Sao Paulo (USP) y las plataformas Fogo Cruzado, Pista News y Disque-Denuncia.
La milicia creció rápidamente en los últimos años por la extorsión que practica sobre vecinos y comerciantes y a la diversificación de las fuentes de renta, ya que ofrece electricidad, gas, internet, juegos ilegales, etc, al contrario que las bandas del narcotráfico, que se centran casi exclusivamente en el tráfico de drogas minorista.
A pesar del rápido crecimiento de las milicias, las facciones del narcotráfico controlan más barrios (55 frente a 41), aunque están menos poblados: hay cerca de 1,5 millones de habitantes en zonas dominadas por los narcotraficantes, sobre todo favelas.
El estudio detalla las zonas que controla cada una de las tres facciones principales que hay en Río de Janeiro:
- el Comando Vermelho (CV);
- Amigos dos Amigos (ADA);
- Terceiro Comando Puro (TCP).
El CV, históricamente la facción más poderosa de Río, es la que controla más barrios (39) y donde vive más población; alrededor de 1,2 millones de cariocas están sometidos a las reglas de los narcotraficantes de ese grupo.
En total, entre milicianos y narcotraficantes, las organizaciones criminales están presentes en 96 de los 163 barrios de la ciudad, lo que hace que alrededor de 3,8 millones de personas vivan bajo constante amenaza y en barrios donde el Estado está prácticamente ausente.