El 12 de octubre el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció la serie de restricciones que se aplicarán en Inglaterra en función al grado de infección —medio, alto y muy alto— en cada distrito municipal.
A partir del 17 de octubre, la capital británica entra en el segundo —alto— nivel de las restricciones. La medida, que se adoptó en conversaciones con la alcaldía de Londres y otras autoridades municipales, prohíbe reuniones en espacios internos con residentes de otros domicilios, que incluye reuniones en bares, pubs y restaurantes.
El coronavirus volvió a apoderarse del Reino Unido: el 16 de octubre se registraron 15.650 nuevos contagios, con 136 casos letales. En total hay más de 670.000 infectados y más de 43.000 fallecidos por COVID-19, según los datos del Instituto Johns Hopkins.