Un oficial falso y un adolescente
El 15 de octubre de 1970, un An-24 estaba realizando un vuelo regular de media hora en la ruta Batumi-Sujumi (ahora ciudades en el territorio de Georgia y Abjasia; entonces, ciudades de la República Socialista Soviética de Georgia). Había 44 pasajeros y cinco miembros de la tripulación a bordo. Unos minutos después del despegue, un hombre con uniforme militar de oficial que volaba con su hijo adolescente llamó a la azafata que estaba a bordo, Nadezhda Kúrchenko, de 19 años, y le entregó un sobre de papel para el comandante del avión.
15 октября 1970г.Застрелена 19-летняя бортпроводница Сухумского авиационного отряда Надежда Курченко попыталась предотвратить теракт на борту самолета Ан-24 ценой своей жизни!
— Юлия Сапронова (@usapronova) October 15, 2020
Светлая Память о прекрасной бортпроводнице будет жить в наших сердцах навеки! pic.twitter.com/QxCZD3m6le
La chica inmediatamente sospechó que algo iba mal. Abrió el sobre y leyó una nota: el terrorista ordenaba a los pilotos cambiar la ruta y detener la comunicación por radio con los servicios en tierra. De lo contrario, todos morirían. No había instrucciones claras sobre cómo reaccionar en tales situaciones en aquel entonces, y Nadezhda se apresuró a la cabina de mando.
Убили стюардессу, ранили пилотов: как Бразинскасы угнали Ан-24
— ГлавТвит (@GlavTW) October 15, 2020
15 октября 1970 года литовцы Пранас и Альгирдас Бразинскасы угнали в Турцию советский самолет Ан-24, летевший из Батуми в Сухуми. pic.twitter.com/FQGxGUvi8Z
El falso militar y su hijo agarraron fusiles y pistolas. Kúrchenko les bloqueó el camino e intentó quitarles las armas, después de que los criminales empezaran a disparar. La azafata cayó muerta. El adolescente descargó un fusil en dirección a los pasajeros que intentaron ayudar a la azafata. Por suerte, las balas acabaron en las paredes del avión. El adolescente también abrió su vestimenta y mostró granadas atadas a su cinturón para que no hubiera más resistencia.
Los pilotos intentaron engañar a los secuestradores y aterrizar en un aeródromo militar soviético cercano, pero los bandidos se dieron cuenta rápidamente de su plan, obligando a la tripulación a tomar altura de nuevo. Para no caer bajo el fuego de la defensa aérea turca, los pilotos enviaron una señal SOS. El avión cruzó la frontera y aterrizó en el aeropuerto de Trebisonda.
Chajrakia recordaba que antes del vuelo, Nadezhda le había contado que iba a casarse muy pronto, la boda ya estaba planeada. Una hora después, sin embargo, quedó claro que no sucedería.
Escape a Estados Unidos
Los Brazinskas se entregaron a la policía local. Turquía, a pesar de muchos días de negociaciones a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, no los extraditó a las autoridades soviéticas. Los turcos decidieron investigar el incidente por sí mismos y juzgar a los criminales según sus propias leyes.
Pranas cumplió solo la mitad de su sentencia. En 1974, se le concedió una amnistía y se le conmutó la pena de prisión por arresto domiciliario. El padre y el hijo se establecieron en Estambul, y en 1976 solicitaron asilo político en la Embajada de EEUU, pero sin éxito.
Sin embargo, fueron a Canadá a través de Italia y Venezuela. En una escala en Nueva York, ambos se bajaron del avión y se quedaron ilegalmente en Estados Unidos.
Una nueva vida
Las autoridades de EEUU detuvieron a los inmigrantes ilegales, pero no los extraditaron a la URSS. Por el contrario, les ayudaron a establecerse en su nueva patria. Los Brazinskas fueron disidentes antisoviéticos y además recibieron el apoyo activo de la diáspora lituana local. Pronto, Pranas y Algirdas recibieron permisos de residencia y nuevos nombres: Frank White y Albert Victor White.
Pranas murió a manos de su propio hijo en 2002. En una pelea, Algirdas le rompió la cabeza a su padre con una pesa de deporte. El tribunal condenó al asesino a 20 años de prisión.