El concerno japonés, conociendo la preocupación del pontífice por el medioambiente, había donado dos automóviles Toyota Mirai a la Iglesia católica de Japón.
En una ceremonia en el Vaticano el Papa recibió con gusto su nuevo carruaje en presencia de altos cargos del Gobierno japonés y la compañía Toyota.
Para adaptarlo a las necesidades del papa, en lugar de la segunda fila y el baúl los ingenieros japoneses colocaron una plataforma elevada abierta con rejas. Esto permitirá que el sumo pontífice pueda saludar a sus seguidores durante los recorridos.
El nombre del coche, 'Mirai', se traduce del japonés como 'futuro'. Es el primer vehículo que utiliza el hidrógeno como combustible alternativo producido en masa. Fue lanzado por Toyota en 2014. En su última modificación tiene un alcance de 500 kilómetros con un tanque lleno y solo emite a la atmósfera agua.
El Papa ya había viajado en un Mirai durante su visita a Japón de noviembre del 2019.
Desde su ascenso, el obispo de Roma se ha mostrado muy comprometido con la lucha contra el cambio climático. En varias ocasiones instó a la humanidad —y en particular a los gobiernos de los países desarrollados- a prestar más atención a los problemas ecológicos.