"De hecho, estamos dispuestos a prorrogar el Nuevo Tratado START por un período de tiempo siempre que ellos, a cambio, acuerden limitar o congelar su arsenal nuclear. Estamos dispuestos a hacer lo mismo", dijo Bilingslea durante un seminario web organizado por la Fundación Heritage.
"Creemos que hay un acuerdo, en principio, en los niveles más altos de nuestros dos gobiernos".
Sin embargo, los negociadores rusos niegan cualquier avance en las conversaciones sobre control de armas con Estados Unidos.
El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, declaró a Sputnik que Moscú califica de inaceptable la postura de Washington sobre la congelación mutua de los arsenales nucleares.
"La posición de EEUU a favor de la congelación es conocida desde hace mucho tiempo, es inaceptable para nosotros", dijo Riabkov.
No es que Rusia esté en contra de la congelación de los arsenales nucleares, sino que los problemas de estabilidad estratégica "deben abordarse de manera integral", explicó.
"Si los estadounidenses tienen que comunicarle a su jefe algo sobre un supuesto acuerdo alcanzado con Rusia antes de sus elecciones (presidenciales), no lograrán nada", agregó Riabkov.
Mediante el Nuevo Tratado START, conocido también como START III, EEUU y Rusia se comprometieron a reducir sus arsenales hasta 700 misiles desplegados, 1.550 ojivas nucleares y 800 vehículos correspondientes, desplegados y en reserva, para el 5 de febrero de 2018.
Suscrito en 2010, el acuerdo entró en vigor en 2011 por un periodo de diez años, prorrogable por cinco años. Si no se renueva, expirará en febrero próximo.
Las conversaciones ruso-estadounidenses para extender el tratado se han atascado debido a los recelos recíprocos sobre el desarrollo de nuevas armas.