La agencia de medio ambiente de Chile, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), trabaja con otras organizaciones en el diseño de un plan para fortalecer la supervisión de las empresas mineras que bombean cientos de litros de agua por segundo para extraer litio en el Salar de Atacama. Bajo la presión de inversores y clientes, los mineros ya están invirtiendo millones de dólares en programas para reducir su huella ambiental.
"No creemos que esto sea algo que vaya en contra de los intereses económicos, aunque nuestro papel es claramente ambiental", señaló el director de la SMA, Cristóbal de la Maza, citado por Bloomberg.
Están secando pueblos enteros
El suministro de litio es un gran problema, ya que sus reservas son escasas y todavía no existe una alternativa viable a los iones de litio en cuanto a densidad, durabilidad y estabilidad para los vehículos eléctricos. El reciclaje de baterías, otra opción para reducir el impacto de esta industria, aún está en una etapa relativamente incipiente.
La extracción del salar es comparativamente no destructiva para el paisaje a nivel de la superficie, pero requiere que se bombean grandes cantidades de agua desde otros lugares o desde los suministros de agua subterránea, que luego se evapora en una serie de piscinas para extraer el litio, eliminándolo del ecosistema local.
El uso de agua para obtener litio, por su parte, está secando pueblos enteros, como San Pedro de Atacama, sitios protegidos y monumentos nacionales, además de causar estragos ambientales en general. Paradójicamente la necesidad de utilizar litio para mitigar el cambio climático también está provocando daños al medio ambiente.
Conjunto común de estándares
Tratando de aliviar la situación, la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) anunció planes para reducir a la mitad el uso de salmuera y producir litio neutro en carbono para 2030, sin restringir la producción.
"Con esto, el riesgo de que se agote la laguna disminuye significativamente", señaló Alonso Barros, un abogado que trabaja con las comunidades locales.
El otro gran operador en un salar que contiene casi una cuarta parte del suministro actual de litio del mundo, Albemarle, ha intensificado el bombeo antes de duplicar la producción.
Por lo tanto, uno de los desafíos de los reguladores ambientales es establecer un conjunto común de estándares para diferentes usuarios de agua dulce y salmuera en la cuenca de Atacama.
"Esto está creando una forma singular de ver las cosas y hacer lo mejor para el ecosistema", señaló el presidente de la unidad de negocios de litio de Albemarle, Eric Norris.