El pasado 9 de octubre el Gobierno de Pedro Sánchez decretó el estado de alarma en la Comunidad de Madrid a fin de imponer cierres perimetrales en la capital y nueve municipios más de la región, ante la alta incidencia de contagios por cada 100.000 habitantes.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha defendido durante una entrevista en la emisora Cadena SER la intervención del Gobierno para imponer esta medida restrictiva ante la situación epidemiológica en Madrid y otros municipios de la provincia.
🎙️"No se dan las circunstancias para levantar el estado de alarma. Si a lo largo de la semana se dan en algún municipio, pediré en el Consejo de Ministros levantar el confinamiento perimetral en ese municipio" @salvadorilla en @La_SER #EstoNoEsUnJuego pic.twitter.com/387bzZOHmd
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) October 13, 2020
Un ambiente caldeado
La brega política añade una nueva intensidad al ya de por sí acalorado espectro político español. La división se hace más palpable que nunca en un momento en que la segunda ola de COVID-19 apenas se puede contener.
En opinión del politólogo y especialista en Derecho Constitucional Carlos Fernández-Esquer, "para nada" cabe hablar de prevaricación en este caso. "Con el marco jurídico actual, la única forma legítima y jurídicamente adecuada de restringir derechos fundamentales de forma generalizada, en conjuntos de población, es mediante la declaración del estado de alarma", declara a Sputnik. "El resto de legislación, incluso leyes sanitarias y otras ‒que algunos defienden que con su contenido es suficiente para acometer los confinamientos perimetrales‒ no es la adecuada".
Por su parte, el politólogo Manuel Monereo señala que la mención de Isabel Díaz Ayuso al rey se inscribe dentro del recurso constante de la derecha española a la institución monárquica, cosa que podría terminar por ponerla en una situación muy difícil. A su juicio, la identificación permanente con el monarca acabará pasando factura.
"Va a perder la institución monárquica", asegura a Sputnik. "Porque para que sea viable, tiene que ser transversal de izquierda a derecha. Si no es transversal, pasará lo que pasó con Alfonso XIII, que tras apoyar el golpe de Primo de Rivera, se convirtió en el rey de la extrema derecha. Y ahora está transitando para convertirse también en la monarquía de la extrema derecha. Y eso no tiene arreglo para la monarquía. Pueden pasar 8, 10 ó 15 años, pero tarde o temprano la gente la echará por inútil y corrupta", argumenta.
Ayuso y la derecha politizan sin parar la figura del rey, como ya hicieron con la bandera española. Es la mejor forma de provocar el desapego de una parte muy importante de la sociedad española hacia Felipe VI. Luego se dicen defensores de la monarquía. Destrozan todo lo q tocan. pic.twitter.com/ezIYn52Gvb
— Chema Dávila Pérez (@chemadp) October 11, 2020
Más allá de la discordia en Madrid
"Desde hace muchos años Madrid ha sido la alternativa y modelo neoliberal en España, aprovechando la capitalidad y aplicando el dumping fiscal", afirma Manuel Monereo, quien por otra parte califica de "simple demagogia" las palabras del líder del PP sobre el aliento a la prevaricación.
Este politólogo resalta el hecho de que se culpabilice al Gobierno por las muertes ocasionadas por la pandemia en el país. "Y en este contexto, lo que están haciendo es una operación que yo llamo republicana: convertir al rey en el rey de las derechas", explica, aludiendo a un reciente documento videográfico promovido por la organización Libres e Iguales en apoyo al monarca y suscrito por cerca de 200 personalidades. "En ese documento están todas las personalidades de derechas ‒y algún socialista, pero porque es de derechas‒", dice, en alusión a Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha.
Solo hace falta ver este vídeo para entender por qué a la monarquía le quedan dos días. pic.twitter.com/ll4J6k0GfN
— Alán Barroso (@AlanBarrosoA) October 11, 2020
La percepción social
"Lo ocurrido en Madrid [el 9 de octubre] es la culminación de un proceso de politización y polarización de la gestión de la pandemia como no lo habíamos visto hasta ahora", explica a Sputnik el sociólogo Luis Miller. "A partir de ese momento, buena parte de la ciudadanía ya está percibiendo que las decisiones sobre salud pública tienen que ver con criterios políticos y eso es muy preocupante".
"Y esto es lo que ahora se está empezando a dar: personas empleando datos distintos para justificar políticas distintas y creyendo que los datos pueden ser manipulados en una dirección u otra. Es muy preocupante".
¿La izquierda como objetivo de la crispación?
El clima social y mediático está enrarecido en España, a tenor de las continuas declaraciones de sus representantes políticos, y no solo con motivo de la pandemia. Pero sin duda, es esta la que ejerce como catalizador de la división.
"Es lo que se llama democracia militante y lo defiende Vox y una parte del PP", advierte. "Es una democracia que expulsa fundamentalmente a los comunistas y a la izquierda del mapa político y que solamente consiente los partidos del sistema: social-liberales, conservadores y de extrema derecha. Y eso es lo que se está dirimiendo en este momento. En esta situación, Vox no es una cosa extraña; pasa en Hungría, en Polonia, en Chequia, en Eslovaquia... Es decir, no estamos hablando de nada extraño, es algo que ya existe en Europa".
"No pactan su ideología, odian a la izquierda y consideran que Largo Caballero e Indalecio Prieto son criminales. La derecha está a la ofensiva y la izquierda a la defensiva, sin capacidad de respuesta. La izquierda está a la defensiva y sin proyecto, en peor situación que a la caída del muro de Berlín. Hace mucho tiempo que la izquierda dejó de pensar en grande. Los únicos que piensan y actúan son la derecha y la extrema derecha, que reivindica el imperialismo español, a Franco y la lucha contra la República".
¿Datos diferentes según ideologías?
Antes de las iniciales medidas restrictivas según qué barrios y del posterior confinamiento de tipo perimetral, lo cierto es que muchos madrileños pudieron seguir desplazándose a otras provincias aun cuando el índice de incidencia de la pandemia en la capital era altísimo.
Este sociólogo alerta de la manipulación en general de los datos, las cifras sobre la pandemia que han alimentado el choque político y las medidas en consonancia. "Lo más preocupante es que se empiece a acusar al contrario de esconder o manipular datos para tomar una decisión concreta", señala. "Una cosa es criticar o denunciar la incompetencia con los datos y otra decirle a la opinión pública que estos se manipulan", subraya, al describir parte de la pugna partidista.
Desde hace dos semanas bajan camas, UCIs, ingresos, Primaria y Urgencias.
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) October 10, 2020
Nuestras medidas, moderadas y técnicas, funcionaban.
Hoy @ComunidadMadrid ya tiene una IA por debajo de 500 (el indicador del Gobierno).
Madrid no debe estar en alarma. Si no es libre no será Madrid.
La Comunidad de Madrid lleva ya 96 horas sin actualizar sus datos de la pandemia.
— Principia Marsupia (@pmarsupia) October 13, 2020
En pleno estado de alarma de la capital, cuatro días sin información.
El Estado: ¿funciona mal o lo manejan mal?
Madrid ha escenificado un choque competencial entre las administraciones central y autonómica del que cabe preguntarse si es producto de las imperfecciones de su entramado o de la pugna partidista.
"Por tanto, no es un problema de diseño del estado autonómico, sino de unas dinámicas políticas que están siendo realmente nocivas y perjudiciales para los intereses de los ciudadanos. Son trifulcas políticas motivadas por estrategias partidistas que poco tienen que ver con un mal diseño del estado autonómico, sin perjuicio de que pueda haber cosas mejorables".
"Los problemas que está habiendo", continúa, "no se deben tanto a un mal diseño de la organización territorial como a una clase política bastante mediocre y ensimismada en sus estrategias partidistas de corto plazo", concluye Carlos Fernández Esquer.
Políticamente, delegar la gestión de la pandemia en las CCAA fue una estrategia magistral, entre otros motivos para desgastar a Ayuso, Torra, Moreno y cía, pero el Gobierno se olvida de que lo principal somos nosotros, el pueblo y nuestra salud, aunque eso les cueste sus sillones
— Vicente Rico 🦉 (@YTanRicamente) October 8, 2020
A ver si dejamos las cosas claras.
— MARIANO RAJOY FAKE 🇪🇸 (@marianofake) October 8, 2020
De 17 CCAA, solo en una se ha producido el caos absoluto en la gestión de la pandemia: Madrid.