"Sin una sola prueba se atreven a tratar de manchar honras y meternos en el mismo saco [de los demás implicados en Lava Jato]. Es una estrategia ya conocida. Todos sabemos que cuando uno golpea intereses poderosos no se van a quedar tranquilos", dijo el jefe de Estado en una rueda de prensa desde el departamento de Lambayeque (norte).
El 11 de octubre, el diario local El Comercio publicó una investigación donde se consigna la confesión ante la Fiscalía de un colaborador eficaz en el conocido caso de corrupción.
Este testigo afirma que el jefe de Estado recibió pagos ilícitos por un millón de soles (285.000 dólares) para favorecer a la empresa constructora peruana Obrainsa, dándole la concesión de una obra de riego cuando ejerció como gobernador del departamento de Moquegua (sur) en el año 2013.
Obrainsa es parte del conocido como Club de la Construcción, un conjunto de constructoras relacionadas con la empresa brasileña Odebrecht y que se alternaban las concesiones de obras públicas.
Vizcarra ha sostenido que la revelación de la confesión del colaborador eficaz sería una represalia de los involucrados en el caso Lava Jato frente a su insistencia en que se dé celeridad a las investigaciones.