En un comunicado la Cancillería rusa constató que el 5 de octubre las manifestaciones en Biskek que exigían anular los resultados de las elecciones parlamentarias del 4 de octubre derivaron en choques con los servicios del orden, tras lo cual fueron ocupadas las sedes del Parlamento, la administración del presidente y el Comité de Seguridad Nacional.
Se subraya que Kirguistán para Rusia es "un socio y aliado estratégico", y para la seguridad y el bienestar del pueblo kirguís Moscú llama a "mantener las condiciones necesarias para continuar el desarrollo democrático de la República Kirguisa en el marco de su Constitución y legislación".
"Esperamos que la situación de crisis se resuelva lo más pronto posible en el marco de la ley, mediante negociaciones y sin uso de la fuerza", señaló el Ministerio de Exteriores ruso.
El 4 de octubre Kirguistán celebró unas elecciones legislativas al término de las cuales, de acuerdo con los resultados preliminares, los partidos progubernamentales Birimdik (Unidad) y Mekenim Kirguistán (Kirguistán Entrañable) obtuvieron la mayoría de los escaños en el Parlamento. Miles de kirguisos, seguidores de los partidos que no superaron el umbral electoral del 7%, denunciaron numerosas irregularidades en la votación y exigieron la repetición de los comicios. Las protestas derivaron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
La autoridad electoral de Kirguistán anuló los resultados de las parlamentarias.