"Partiendo de razones tácticas, el Ejército de Defensa retiró sus tropas de algunas zonas de la línea de contacto, tanto para evitar las pérdidas innecesarias como para causar un mayor daño al enemigo", escribió el funcionario en su cuenta de Facebook.
Pogosián advirtió que las Fuerzas Armadas de Karabaj lograron ambos objetivos, y aseguró que sus dirigentes "llevan a cabo los combates de manera profesional".
El 27 de septiembre volvieron a estallar los choques armados en Nagorno Karabaj, foco de conflicto entre Armenia y Azerbaiyán desde que ese territorio, de población mayoritariamente armenia, decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Ambos bandos, que se acusan de haber desatado esta espiral bélica sin precedentes desde la guerra de 1992-1994, ordenaron movilización de reservistas, impusieron ley marcial y sostienen combates con el uso de blindados, artillería, aviación y sistemas de misiles a lo largo de la línea que separa a sus tropas.
Bakú perdió el control de Karabaj y siete distritos adyacentes tras la escalada de las hostilidades que tuvo lugar a principios de los 90 del pasado siglo.
El grupo incluye además a Alemania, Bielorrusia, Finlandia, Italia, Suecia y Turquía, así como Armenia y Azerbaiyán, y la troika de la OSCE, los países que representan la presidencia de turno, la anterior y la siguiente.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones.
El 1 de octubre, los líderes de Rusia, Estados Unidos y Francia, países copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE, instaron a poner fin de inmediato a las hostilidades en Karabaj y reanudar negociaciones sin condiciones previas.