"Las nuevas observaciones, realizadas con el VLT de ESO, revelaron la presencia de varias galaxias alrededor de un agujero negro supermasivo, todas dentro de una "tela de araña" cósmica de gas que se extiende a más de 300 veces el tamaño de la Vía Láctea", dijo el Observatorio Europeo Austral (ESO, por su sigla en inglés) en un comunicado.
El equipo de científicos dijo que es la primera vez que se detecta una agrupación tan junta de una época en la que el universo tenía menos de 1.000 millones de años.
"Esto apoya la teoría de que los agujeros negros pueden crecer rápidamente dentro de grandes estructuras similares a una red que contengan grandes cantidades de gas para alimentarlos", dijo el equipo.
La luz de esta estructura parecida a una red viajó hasta la Tierra desde una épica en la que el universo tenía solo 900 millones de años.
"Nuestro trabajo ha colocado una pieza importante en el rompecabezas, en gran parte incompleto, de la formación y el rápido crecimiento tras el Big Bang de objetos tan extremos, aunque realmente abundantes" como los agujeros negros, dijo el coautor de la investigación Roberto Gili, astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF) en la ciudad italiana de Bolonia (norte).
"Creemos que acabamos de ver la punta del iceberg y que las pocas galaxias descubiertas hasta ahora alrededor de esta agujero negro supermasivo son solo las más brillantes", dijo Barbara Balmaverde, coautora y astrónoma del INAF en la ciudad italiana de Turín (Piamonte, norte).
Los astrónomos esperan observar galaxias más débiles alrededor de agujeros negros masivos en el universo primitivo con el Telescopio Extremadamente Grande (ELT, por su sigla en inglés), que es construido en Chile.