Norman Nakamura, de 36 años, está viajando por Japón en busca de lugares únicos y ocultos en el país.
Al dirigirse a la aldea de Nagoro, en la región de Shikoku, Norman se enfrentó con lo que a primera vista parecía ser una comunidad tranquila y densamente poblada.
No obstante, después de mirar más de cerca, el viajero se dio cuenta de que él era una de las pocas almas vivientes en toda la aldea, ya que la mayoría de la población de Nagoro son escalofriantes muñecas.
Todos los estoicos vecinos de la aldea fueron creados por su habitante, Tsukimi Ayano, en memoria de las personas que alguna vez vivieron en la localidad ahora olvidada.