Testigos protegidos
Ambos testigos están protegidos por la Audiencia Nacional de Madrid, que investiga la querella penal, iniciada por el fundador de WikiLeaks, por violación del secreto de las comunicaciones entre abogado y cliente, entre otros presuntos delitos.
EEUU no niega ni confirma
Más sorprendente fue la reacción de Washington a la irrupción del caso español en la tramitación de la extradición del australiano solicitada al Reino Unido. Su representante legal en las audiencias, James Lewis, indicó que su cliente es "neutral" en la cuestión del anonimato y que considera "irrelevantes" sendas denuncias sobre la aparente complicidad y responsabilidad de la CIA u otras agencias de Inteligencia en la red de espionaje, que está investigando la Audiencia de Madrid.
No hubo necesidad, por tanto, de llamar a declarar a los identificados como testigos 1 y 2. Sus respectivas declaraciones juradas fueron leídas por el letrado de la defensa, Mark Summers. Una postura similar adoptó EEUU ante el testimonio formal sobre la oferta de indulto, que el congresista republicano Dana Rohrabacher transmitió a Assange, "haciendo creer que venía del presidente Donald Trump", en agosto de 2017.
Ambos protegidos sostienen que el espionaje se intensificó tras la victoria presidencial de Trump y coinciden en sus sospechas de que la Inteligencia estadounidense era el destinatario de la información recababa subrepticiamente en la Embajada de Ecuador de Londres.
Traicionando a Ecuador
Reiteran en sus testimonios escritos que las escuchas, grabaciones y demás actos ilícitos se ejecutaron por órdenes directas del exmilitar español, David Morales, dueño y gerente de UC Global, la empresa encargada de la seguridad de la legación ecuatoriana hasta medidos de 2018.
Este whistleblower fue socio de Morales y llegó a controlar el 50% de la propiedad de UC Global, que revendió a su fundador en 2019 tras "haber presenciado una conducta por su parte que me parecía inadmisible", según afirma en su declaración. El testigo 1 es un "experto en informática" que entró en la empresa en 2015.
El cliente norteamericano
De su testimonio, Summers recalcó el sistema que se planificó desde la sede de la compañía en Jerez de la Frontera para canalizar hasta EEUU la "obtención, sistematización y procesamiento de la información de la Embajada que solicitara David Morales".
"Morales indicó que su intención, instalando esos micrófonos, según le habían pedido los norteamericanos, era que los micrófonos y cámaras, apostadas en zonas como la sala de reuniones, captaran los encuentros de Assange con todos los visitantes, pero especialmente con los abogados defensores", alega.
Abogados en la diana
El testigo menciona en particular a Baltasar Garzón, coordinador de la defensa internacional del exdirector de WikiLeaks, cuyo despacho gestiona la querella penal en España.
Ambos whistleblowers remontan el inicio del espionaje en favor de EEUU a un viaje que Morales hizo a las Vegas en julio de 2016 a fin de participar en una feria de seguridad. El testigo 1 alega que Morales promocionó la protección del refugio londinense de Assange en ese encuentro de profesionales del sector defensa.
En primera división
"Tras estos primeros viajes a EEUU, UC Global suscribió un llamativo contrato, gestionado personalmente por David Morales, con la empresa Las Vegas Sands, propiedad del magnate norteamericano, Sheldon Adelson, cuya cercanía al presidente Donald Trump es pública y notoria", afirma en su escrito respecto al reconocido donante del Partido Republicano.
El andaluz fue fichado para custodiar el yate de Adelson en travesías por el mar Mediterráneo. "El contrato carecía de sentido … el barco ya tenía su propia seguridad, consistente en un sofisticado destacamento", explica el exsocio de Morales. El equipo de Jerez, según presumió el exmilitar, se disponía a "jugar en primera división" con agentes "norteamericanos".