"Los investigadores están barajando varias hipótesis respecto a los motivos del accidente, pero por ahora queda claro que a los fallos técnicos se sumó el factor humano", dijo Uruski que encabeza la investigación.
Los expertos siguen descifrando la grabadora del vuelo, añadió y aseguró que se planea terminar el proceso esta semana.
Sin embargo, los resultados de las pruebas de ADN, que permitirán identificar los cuerpos de las víctimas, estarán listos dentro de dos semanas como mínimo.
Además, ya se inició la reconstrucción del fuselaje de la aeronave, cuyos restos fueron recuperados del lugar del accidente.
El 25 de septiembre un avión de transporte militar An-26 se estrelló durante un vuelo de entrenamiento en la región de Járkov. Un total de 27 personas —siete miembros de la tripulación y 20 cadetes de la Universidad Nacional de la Fuerza Aérea de Járkov— se encontraban a bordo.
Según los datos oficiales, fallecieron 26 personas, un joven sobrevivió y actualmente está ingresado en un hospital con traumatismos de mediana gravedad.