Según el funcionario armenio, este 30 de septiembre los vuelos de la aviación turca y azerbaiyana fueron dirigidos desde un avión E7-T que se encontraba en Turquía, "entre las ciudades de Erzrum y Kars".
"Es posible que a bordo de este avión se encontraba la jefatura de la Fuerza Aérea turca", escribió Ovannisián en su cuenta de Facebook.
"Las unidades del ejército de defensa en la línea del frente continúan atacando al enemigo, como resultado de lo cual el enemigo perdió lanzadoras múltiples Smerch y Uragán, docenas de otras armas de artillería y antitanques, dos sistema pesados de lanzallamas TOS-1 en las direcciones norte y sur, 11 tanques, tres vehículos de combate de infantería y seis vehículos blindados", escribió Ovanisián en su cuenta de Facebook.
La víspera, el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, declaró que Ankara está dispuesta a apoyar a Azerbaiyán en su conflicto con Armenia por Nagorno Karabaj, tanto en la mesa de negociaciones como en el campo de batalla.
El 27 de septiembre se desataron las hostilidades con el uso de carros de combate, artillería, aviación y sistemas de misiles a lo largo de la línea de contacto que separa a las fuerzas armenias y azeríes en Nagorno Karabaj.
Ambos bandos se acusan de haber iniciado esta espiral bélica, de una intensidad muy superior a la de la anterior escalada del conflicto, que tuvo lugar en abril de 2016.
Azerbaiyán también impuso la ley marcial y el toque de queda en varios territorios el 27 de diciembre y al día siguiente ordenó la movilización parcial.
Ambos bandos reconocen que la escalada ya les provocó decenas de muertos y centenares de heridos, entre ellos civiles, pero sostienen que las bajas y las pérdidas de material bélico del lado enemigo son mucho más elevadas.