"Las declaraciones sobre cualquier tipo de apoyo o actividad militar, sin lugar a dudas, echan leña al fuego", dijo Peskov ante la prensa al responder a la pregunta de si se estudia en el Kremlin la posibilidad de prestar asistencia militar a Armenia, por ejemplo, en el marco de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva.
Otro país que expresó su apoyo a Azerbaiyán fue Afganistán aunque también destacó la necesidad de restablecer el régimen de alto el fuego y solucionar el contencioso por la vía pacífica.
La comunidad internacional, por su parte, llama a Armenia y Azerbaiyán a un diálogo, así como a hacer todo lo posible para detener la escalada.
El Kremlin, según Peskov, considera necesario "cesar lo antes posible el fuego y las hostilidades".
El portavoz agregó que Moscú "mantiene un contacto permanente con Ereván, Bakú y Ankara a distintos niveles" sobre la situación en Nagorno Karabaj.
"Llamamos a todos los países, sobre todo a nuestros socios como Turquía, a hacer todo para convencer a las partes beligerantes de cesar el fuego y volver a una solución pacífica de este antiguo conflicto por medios políticos y diplomáticos", afirmó Peskov.
El portavoz presidencial indicó que Moscú sigue de cerca todos los informes y analiza la situación en Nagorno Karabaj para "configurar su futura posición y determinar las medidas ulteriores junto con sus socios del Grupo [de Minsk] de la OSCE".
"La actual situación, las actuales hostilidades en la línea de contacto son temas para un análisis profundo" dentro de la OTSC, remarcó.
El 27 de septiembre se desataron las hostilidades con el uso de carros de combate, artillería, aviación y sistemas de misiles a lo largo de la línea de contacto que separa a las fuerzas armenias y azeríes en Nagorno Karabaj.
Ambos bandos se acusan de haber iniciado esta espiral bélica, de una intensidad muy superior a la de la anterior escalada del conflicto que tuvo lugar en abril de 2016.
Azerbaiyán también impuso la ley marcial y el toque de queda en varios territorios el 27 de septiembre y al día siguiente ordenó la movilización parcial.
Ambos bandos reconocen que la escalada ya les provocó decenas de muertos y centenares de heridos, entre ellos civiles, pero sostienen que las bajas y las pérdidas de material bélico del lado enemigo son mucho más elevadas.
El conflicto de Nagorno Karabaj estalló en 1988, cuando este territorio de población mayoritariamente armenia decidió separarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.