La Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ por sus siglas en inglés) el viernes, el 25 de septiembre advirtió a las compañías locales de suministro de agua que una rara ameba llamada Naegleria fowleri había contaminado las canalizaciones de agua locales.
Se señala que la mayoría de las muertes relacionadas con dicha enfermedad ocurren después de nadar en agua dulce, pero "en casos muy raros las infecciones por Naegleria también aparecen cuando el agua contaminada de otras fuentes (de la piscina inadecuadamente clorada o del grifo) ingresa a la nariz".
Según los CDC, una vez enfermadas, las personas mueren en el plazo de una semana presentando tales síntomas como convulsiones, vómitos y alucinaciones.
El 26 de septiembre la TCEQ desaconsejó el uso de agua del grifo para cualquier cosa que no fuera lavar el inodoro.
Los funcionarios comenzaron a realizar pruebas del sistema de agua de la ciudad de Texas después de que un niño de seis años, Josh McIntyre, muriera al contactar con un microbio, comunicaron los medios de comunicación locales. Más tarde, gracias a las muestras del agua, fue confirmada la presencia de la ameba Naegleria fowleri.
Además de la ciudad de Texas, los casos de contaminaciones del sistema público de abastecimiento de agua se habían detectado en Australia y Pakistán.