"El aborto debe ser decisión de cada mujer, Venezuela ha evolucionado en algunas de sus leyes de protección a la mujer, pero aún amenazan con cárcel a quien aborte, y resulta increíble que ningún político se atreva a poner el debate sobre la mesa", dijo a Sputnik Lisbeth Huerta, contadora de 36 años.
Al consultar sobre el aborto en las calles de Caracas, la expresión de algunas mujeres es de asombro, y aunque muchas manifestaron estar a favor, prefirieron bajar el tono de su voz al decirlo, porque "es un tema difícil".
Marielba Álvarez, de 34 años, considera que debe existir un escenario político que permita tomar decisiones acertadas sobre el aborto en Venezuela.
"Es un tema bien difícil, creo que es necesario que se haga un estudio a fondo y haya un debate, porque la gente aquí entre los bajos recursos, la falta de anticonceptivos, la falta de educación, cuando son por ejemplo menores de edad o son violaciones, todo eso debe evaluarse, y legalmente es su cuerpo, es su vida, y es su decisión, estoy de acuerdo con el aborto", afirmó.
La oposición venezolana figura como aliada de la Iglesia católica; mientras, el Gobierno ha intentado mantener acercamientos con sectores evangélicos que ganan cada vez más espacio en el país, dos grupos conservadores que se oponen fuertemente al aborto, y se autodefinen como "pro vida".
La Educadora Elsa Castillo, quien ha participado en movilizaciones a favor de los derechos de la mujer, indicó que ella se encuentra dentro de los grupos que están a favor de la vida, por encima de la decisión de la mujer.
"Yo soy pro vida, yo pienso que se debe promover y más que dar al Estado la carga de pagar un aborto, el Estado debe educar a la población sobre métodos anticonceptivos o la pastilla del día después, pero no abortar, porque eso incluso genera una carga psicológica en la mujer, porque estás acabando con una vida; lo justifico solo en caso de que la mujer sea violada", añadió.
Sin embargo, afirmó que "el Estado no debe perseguir a las mujeres por eso, se debe ir a una amplia discusión del tema, que no dependa solamente de los médicos abortistas que están buscando un negocio, de unas feministas que están enmarcadas en que el cuerpo es propiedad de la mujer y puede hacer con él lo que le da gana".
En Venezuela el aborto es ilegal, incluso en casos de violación sexual, embarazo infantil y adolescente, incompatibilidad del feto con la vida extrauterina y peligro para la salud de la madre.
De otra forma, si la mujer es descubierta puede ser castigada con entre seis meses y dos años de prisión, tal como se estableció en una legislación redactada en 1873, pese a las recomendaciones de modificación realizadas por la Oficina de la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas.
Por su parte, la persona o médico que provoque el aborto de una mujer, así tenga su consentimiento, puede ser condenado con 12 a 30 meses de prisión.
Hasta el momento, se desconocen cifras del Estado sobre cuántas personas han sido condenadas o cuántas mujeres han fallecido por practicar un aborto en Venezuela.
Las complicaciones por abortos clandestinos son la tercera causa de mortalidad materna y representan el 9% de los casos, de acuerdo con información publicada por la ONU.
