Las nuevas investigaciones apuntan a la segunda hipótesis. La composición química de los restos de algunas de las momias sugiere que la mayor parte de las aves encontradas en las sepulturas con momias humanas era salvaje e indómita.
"La pregunta de si criaban a estas aves o si las cazaban en masa es un tema muy debatido, ya que tendría un impacto considerable sobre la economía de su suministro y su culto. Y si hubiesen sido cazadas esto habría representado una carga ecológica para las poblaciones de aves", destacan los investigadores en su estudio, publicado en la revista Scientific Report.
Fueron los hábitos alimenticios lo que ayudó a resolver el misterio. La composición isotópica de las plumas, los huesos y las tiras en las que estaban embalsamadas unos 20 ibis y otros pájaros momificados del Museo de Confluencias de Lyon reveló que tenían una dieta amplia y variada.
"Del conjunto de muestras estudiadas, parece que la cría de aves a gran escala con fines de momificación era poco probable, como lo demuestra un estudio genómico. Pero también había tenido lugar la domesticación a corto plazo, como lo demuestra la gran y estable variabilidad de isótopos", concluyen los investigadores.
— Sagesutr - Act 2 Explore 2 Know (@sagesutr) September 25, 2020
Los estudios químicos como este permiten echar la vista atrás: el nitrógeno hallado en las proteínas animales solía ser suministrado en su totalidad por la dieta. Mientras tanto, la presencia de carbono también ofrece pistas sobre los lugares a los que los pájaros acudían para buscar comida. Con ayuda de este tipo de técnica moderna de análisis y de otros estudios como la investigación basada en imágenes por rayos X podemos hacernos una idea de cómo vivían y morían los antiguos egipcios.