"Ayer [el 23 de septiembre], 364 ciudadanos fueron detenidos por violar las normativas de eventos masivos, 252 de ellos en Minsk", publicó el ente en la red social Telegram.
De los 364 detenidos, 320 fueron ingresados en centros de prisión preventiva a la espera de que los tribunales examinen los respectivos expedientes de faltas administrativas.
"Las protestas adquirieron un carácter agresivo y hubo enfrentamientos directos con las fuerzas del orden", según el Ministerio del Interior. Los manifestantes arrojaron contra los agentes "piedras y otros objetos capaces de causar lesiones corporales", según el comunicado que menciona "heridos entre los policías" sin especificar el número.
El fiscal general de Bielorrusia, Andréi Shved, amenazó este 24 de septiembre con fuertes sanciones pecuniarias a los manifestantes.
"Hemos definido a partir de hoy un claro algoritmo de interacción para determinar el importe del daño causado durante concentraciones ilegales y el procedimiento del cobro […] Quienes asistan a una manifestación no autorizada, lo van a pagar con rublos. Y será una cuantía muy significativa", dijo Shved en una entrevista con el diario Sb.by.
El fiscal, que asumió el cargo el 9 de septiembre pasado, mencionó también "la defensa de los derechos e intereses legítimos de los menores a los que sus padres o terceras personas arrastran hacia concentraciones ilegales".
Por su parte, la Dirección de Interior de la capital bielorrusa comunicó a Sputnik que varios agentes antidisturbios resultaron heridos.
"Varios agentes de policía resultaron heridos", respondieron desde el servicio de prensa del ente, sin precisar el número de efectivos lesionados.
Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994, juramentó el 23 de septiembre como presidente de Bielorrusia durante una ceremonia solemne que no fue anunciada con antelación.
Lukashenko se impuso en las elecciones presidenciales del 9 de agosto al conseguir más de 80,1% de los votos.
La oposición denunció numerosas irregularidades electorales y exigió una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.
Alemania, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Dinamarca, Letonia, Lituania y República Checa anunciaron el 23 de septiembre que no reconocen a Lukashenko como presidente legítimo de Bielorrusia.