Tras el muestreo y las pruebas, los investigadores encontraron que el líquido es un licor medicinal de la temprana dinastía Han Occidental (206 a. C. - 25 d. C.). La poción que se encontraba en la vasija con cuello curvo en forma de cisne se usaba para detener hemorragias y reducir la inflamación, según el Instituto de Reliquias Culturales y Arqueología de Sanmenxia, la ciudad donde se encontró la vasija.
"El informe de la prueba del líquido muestra que la vasija podría ser un recipiente para beber, y el licor puede ser vertido por un pequeño agujero en la parte superior", explicó Zheng Lichao, director del instituto.
"Ahora continuamos el análisis de los isótopos de carbono y nitrógeno y otras investigaciones sobre el líquido para obtener más información sobre sus ingredientes, el proceso de fabricación y las funciones", señaló Yang Yimin, profesor de la Universidad de la Academia China de Ciencias.
El dueño de la tumba es un hombre de 1,8 metros de altura. Debido a la pobre preservación de los huesos humanos, su edad y causa de muerte permanecen desconocidas. Además de la vasija de bronce, también se desenterraron de la tumba utensilios de bronce, jade, cerámica y hierro.
Situada entre dos antiguas capitales chinas, Sanmenxia solía servir como arteria militar y de tráfico. Como resultado, la ciudad es rica en reliquias históricas.