"Calculamos que se habrán producido unos 500 millones de dosis en octubre, y entre dos y tres millones hacia finales del año. Tenemos previsto alcanzar la capacidad máxima hacia febrero", declaró Mánturov en una entrevista con el diario Izvestia.
El ministro subrayó que "las vacunas deberán someterse a los estudios pertinentes en cada una de estas etapas para ponerse en circulación".
Según los desarrolladores, la vacuna demostró una inmunogenicidad estable y protegerá contra el nuevo coronavirus por un plazo de hasta dos años.
A principios de septiembre comenzaron los ensayos posregistro, con la participación de unos 40.000 voluntarios.
El director del RFPI, Kiril Dmítriev, dijo que el fondo recibió solicitudes de más de 20 países para adquirir 1.000 millones de dosis de esa vacuna. Rusia, según él, logró acuerdos para producirla en cinco países, donde las capacidades disponibles permiten obtener hasta 500 millones de dosis al año.
Paralelamente, en Rusia se llevan a cabo los ensayos de otras vacunas contra el COVID-19, en particular, las que fueron desarrolladas por los centros de investigación Vektor y Chumakov.