"Las operaciones aéreas en el Aeropuerto ciudad de Guayaquil se retomaron una vez que se realizaron tareas de barrido y retiro de la ceniza del volcán Sangay que cayó en la pista de aterrizaje Internacional José Joaquín de Olmedo de las calles de rodaje y plataforma", dijo la DGAC en un comunicado.
Antes de la apertura, el Comité de Operaciones de Emergencia de la terminal verificó que no existiera ningún inconveniente para la seguridad operacional.
Ante la situación se suspendieron temporalmente los vuelos desde y hacia el aeropuerto de Guayaquil, pues la ceniza volcánica es severamente corrosiva a las partes sensibles del motor de un avión porque se funden causando lecturas erróneas y averías, precisó el comunicado.
La DGAC anticipó que de volverse a presentar esta situación se adoptarán nuevamente medidas como el cierre de aeropuertos para garantizar la seguridad de las operaciones aéreas y el bienestar de los usuarios del transporte aéreo.
En Ecuador la Oficina de Vigilancia Meteorológica (OVM) de la DGAC, en coordinación con el Instituto Geofísico y el asesoramiento del Centro de Avisos de Ceniza Volcánica (VAAC, por sus siglas en inglés) de Washington, monitorean el alcance, movimiento, trayectoria, pronóstico y los niveles de vuelo probablemente afectados por la ceniza del volcán Sangay.
Según el último reporte del Instituto Geofísico sobre la actividad del volcán, la nube de ceniza se mueve en dirección occidente y noroccidente de Ecuador.