El 15 de septiembre, la clínica alemana Charité informó que el opositor ruso fue desconectado de la ventilación mecánica y ya es capaz de levantarse de la cama, y un día después, el propio Navalni publicó su primera foto desde la salida de coma y confirmó que ya puede respirar por su cuenta.
Este 19 de septiembre el activista subió a la red social Instagram una foto en la que se le ve de pie en escaleras.
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Según el mensaje del opositor, le tiemblan las piernas al subir las escaleras. También le cuesta manejar el teléfono móvil y echarse un vaso de agua.
"Hace poco, no reconocía a las personas y no entendía cómo hablar. Todas las mañanas, un médico venía a verme y me decía: Alexéi, te traje una pizarra, pensemos qué palabra vamos a escribir. Esto me desesperaba, porque aunque ya entendía en general lo que quería el doctor, no entendía de dónde sacar las palabras", dice Navalni.
Añade que aunque quedan muchos problemas por resolver, los médicos del Charité en Berlín lograron "convertir" al activista en una "persona técnicamente viva".
Navalni fue trasladado a Berlín el 22 de agosto después de pasar dos días en un hospital de la ciudad rusa de Omsk, donde fue ingresado tras perder el conocimiento durante un vuelo procedente de la ciudad de Tomsk.
En el hospital de Omsk, Navalni fue inducido en un coma y tratado con atropina, fármaco que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, los médicos del hospital ruso afirmaron luego que no habían detectado rastros de toxinas en la sangre y la orina del paciente, cuya condición atribuyeron a un "trastorno metabólico".
El 14 de septiembre, el Ministerio de Exteriores alemán declaró que esa conclusión había sido corroborada también por laboratorios de Suecia y Francia, y que las muestras tomadas a Navalni habían sido proporcionadas a la OPAQ.
Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.