"Desgraciadamente, tenemos unas posibilidades muy limitadas para realizar una investigación porque se descubrió que algunos objetos fueron eliminados, retirados de Rusia y que no es posible familiarizarse con los resultados de los análisis, lo que complica considerablemente la investigación, cada vez hay más preguntas que respuestas", comentó Peskov a los medios.
"Todo lo que pudiera servir de prueba de envenenamiento se llevó a Alemania o algún otro sitio", indicó Peskov.
Además, según el portavoz del Kremlin, si la botella hubiera tenido los restos de un agente neuroparalizante "es poco probable que alguien hubiera podido llevársela, no hubiera tenido tiempo".
Sostuvo que habría alguien que no está interesado en que se realice la investigación.
"Lo único que realmente puede arrojar luz sobre lo ocurrido es el intercambio de la información, el material biológico, las pruebas y el trabajo conjunto de los médicos, si es necesario", apuntó.
Peskov reiteró que Rusia está intentando recibir los datos del secretaría técnica de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) pero hasta el momento sin éxito.
"No dejamos de intentarlo, seguimos hablando con la secretaría técnica y Berlín", subrayó Peskov.
"Claro que estamos preocupados por la información que llega de nuestros colegas en Berlín, dicen que los análisis muestran que se trata de envenenamiento y a la misma conclusión llegaron los laboratorios de Francia, Suecia y la OPAQ que visitaron al paciente y le tomaron muestras", comentó Peskov al tiempo de lamentar que Rusia no tenga esa posibilidad, quizás "porque no lo quieren los colegas de Berlín o el propio paciente".
El opositor Alexéi Navalni fue trasladado a Berlín el 22 de agosto después de pasar dos días en un hospital de la ciudad rusa de Omsk, donde fue ingresado tras perder el conocimiento durante un vuelo procedente de la ciudad de Tomsk.
En el hospital de Omsk, Navalni fue inducido en un coma y tratado con atropina, fármaco que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos. Sin embargo, los médicos del hospital ruso afirmaron luego que no habían detectado rastros de toxinas en la sangre y la orina del paciente, cuya condición atribuyeron a un "trastorno metabólico".
El 2 de septiembre, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, informó que los análisis toxicológicos realizados por un laboratorio de las Fuerzas Armadas germanas muestran que Navalni fue envenenado con una sustancia del grupo del Novichok, incluido en la lista de sustancias prohibidas de la Convención sobre Armas Químicas.
Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.
El lunes 14 la clínica alemana Charité informó que el opositor ruso fue desconectado de la ventilación mecánica y ya es capaz de levantarse de la cama, y un día después, el propio Navalni publicó su primera foto desde la salida de coma y confirmó que ya puede respirar por su cuenta.