"Somos integrantes del Mercosur, donde las decisiones se hacen por consenso. Queremos que haya armonía en el bloque", expresó al ser consultado sobre por qué su país no intenta frenar el acuerdo.
Kestelboim explicó que la posición de su país es dar el debate en el Congreso dada la flexibilidad que existe de suscribir el acuerdo independientemente de lo que hagan el resto de los países del bloque.
Para el Gobierno de Alberto Fernández el acuerdo tiene falencias muy importantes "básicamente en su origen, por no haber realizado estudios de impacto".
"El hecho de que en el acuerdo internacional más grande de la historia económica entre dos bloques regionales no haya habido estudios de impacto es sorprendente y un punto a tener muy en cuenta. Esto da lugar a pensar que muy probablemente hubo una interferencia de intereses particulares que promovieron la firma del acuerdo y no abrieron la posibilidad de que fuera transparente, abierto a toda la sociedad", consideró el diplomático.
Respecto a que la principal duda de la ratificación venga del lado europeo, explicó que se debe a que "tienen sectores muy proteccionistas", que consideran que van a perder un poco de mercado, pero que la principal limitación tiene que ver con lo que ha observado la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la degradación medioambiental.
El representante argentino también se refirió a la posibilidad de acuerdos comerciales con otros mercados como los que negocia el bloque con Canadá, Corea, Singapur, India, Líbano, y dijo que "en este contexto de pandemia, el Gobierno argentino está trabajando muchísimo más en la contención social y productiva por los daños que está causando en el plano sanitario, económico y productivo en nuestro país".
Para Argentina pensar en este momento en acuerdos de libre comercio cuando hay una emergencia de estas características no es prioritario, aseguró.