"A partir de ahora, una vacuna debe verse como un bien público mundial, porque el COVID-19 no respeta fronteras. Necesitamos una vacuna que sea accesible y esté disponible para todos: una vacuna para las personas", dijo Guterres.
El jefe de la ONU añadió que eso requerirá un salto cuantitativo en la financiación del Acelerador del acceso a las herramientas contra el COVID-19, una colaboración mundial para apresurar el desarrollo, la producción y el acceso equitativo a las pruebas diagnósticas, los tratamientos y las vacunas contra el virus.
"Frente a esta enfermedad letal, debemos hacer todo lo posible para detener la desinformación mortal", expresó Guterres.
Un porcentaje significativo de personas en el mundo, incluido el personal médico, ha expresado dudas sobre la eficacia y la seguridad de una vacuna contra el coronavirus que podría cambiar el ADN.
Sanciones a Irán
Además, Guterres dijo que le corresponde al Consejo de Seguridad del organismo interpretar su resolución sobre el acuerdo nuclear, conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), tras las amenazas de EEUU de reimponer todas las sanciones contra Irán.
"Es el Consejo de Seguridad el que puede interpretar las resoluciones del Consejo de Seguridad, y actuaremos de acuerdo con lo que hace el Consejo de Seguridad", dijo Guterres.
A su vez, el Representante Especial para Irán y Venezuela, Elliot Abrams, dijo a periodistas que Estados Unidos espera que la todas las sanciones de la ONU contra Irán sean reinstauradas automáticamente el 19 de septiembre.
El diplomático añadió que la expectativa de Estados Unidos es que todos los estados miembros implementen las sanciones en su totalidad y que cumplan con las obligaciones que ellas conllevan.
Este 16 de septiembre el secretario de Estado (canciller) de EEUU, Mike Pompeo, dijo que Washington volvería a imponer sanciones a Irán en la ONU la próxima semana, para hacer permanente el embargo de armas contra esa nación.
El 20 de agosto, Pompeo envió una carta al Consejo de Seguridad de la ONU, solicitando invocar la cláusula para restaurar las sanciones contra la República Islámica.
La mayoría de los miembros de esa instancia de la ONU, incluidos Rusia, China, Francia, Alemania y el Reino Unido, han dicho que no apoyarían la decisión de EEUU de volver a imponer sanciones contra Irán tras la decisión de Washington de retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear en 2018.
En este sentido, expresó la certeza de que "los actores individuales respetarán las sanciones" sin temor a represalias de los estadounidenses por las posiciones oficiales de sus países.
El JCPOA, firmado en 2015 por Irán, China, Francia, Alemania, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, estipula que Irán debe reducir su programa nuclear y rebajar sus reservas de uranio a cambio del alivio de las sanciones.
El acuerdo fue consagrado en la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que incluye una disposición sobre el levantamiento del embargo de armas por cinco años tras la firma.