Con la creación del proyecto Neuralink, Elon Musk pretende desarrollar sistemas cognitivos para que los cerebros puedan conectarse, fusionarse e interactuar con los ordenadores a través de un chip implantado en el cerebro. El empresario reveló que esto ya se ha realizado con éxito en cerdos y el siguiente paso es hacerlo en humanos.
Se trata de un sensor de 8 milímetros de diámetro —más pequeño que una moneda— que contiene más de 3.000 microelectrodos conectados a hilos flexibles que pueden monitorear la actividad de 1.000 neuronas. El chip se podría implantar fácilmente en el cerebro gracias a un equipo quirúrgico robótico, sin necesidad de una complicada operación.
Los objetivos de crear Neuralink son varios: desde tratar enfermedades como el alzhéimer, la epilepsia o la depresión severa, hasta abrir una puerta a la "cognición superhumana" mediante la descarga de nuestra memoria en la computadora.
Musk considera que las personas necesitan fundirse con la inteligencia artificial para evitar que esta se convierta en algo tan poderoso que destruya a la raza humana. Y ve en Neurolink un gran potencial para lograrlo en un futuro.
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