El Karlsruhe fue hallado en la costa de Noruega a 490 metros bajo el nivel del mar donde permanece aún en posición vertical y con sus nueve cañones apuntando hacia el mar.
La compañía noruega Statnett fue la que casualmente encontró al buque nazi en 2017, pero solo hasta ahora, 80 años después de haber sido hundida, se la pudo inspeccionar y ver a través de la cámara de un submarino a control remoto.
Según publica Daily Mail, la desaparición del Karlsruhe se convirtió en un misterio porque fue el único buque de guerra alemán que se perdió durante el ataque a Noruega. Este buque, cuenta con nueve cañones y era considerado como uno de los más grandes y temibles del grupo que atacó a Noruega en ese entonces, aunque solo había sido utilizado para transportar a las tropas de ataque.
En consecuencia, el comandante nazi fue censurado e incriminado por no haber remolcado el buque hasta un lugar donde podía haber sido reparado.
El buque nazi aún conserva la esvástica, el símbolo que caracterizaba a los nazis, además de los cañones apuntando hacia el mar.