Hay evidencias de que Europa, Ganímedes, Calisto y otros satélites de Júpiter deberían ser mundos oceánicos. Por ejemplo, hay actividad volcánica en el satélite Io, y los científicos creen que es una de las consecuencias del llamado calentamiento por mareas.
Anteriormente, se creía que el gigante gaseoso Júpiter era responsable de este calentamiento del subsuelo líquido de sus satélites.
Durante el calentamiento por mareas, la atracción gravitatoria de los satélites de Júpiter y del propio planeta estira y aprieta los satélites lo suficiente para calentarlos.
Como resultado, algunas de las lunas heladas de Júpiter son lo suficientemente calientes en su interior como para contener los océanos de agua líquida. Se espera que las futuras investigaciones puedan determinar la verdadera profundidad de los océanos dentro de estas lunas.
🌚 Al recrear la composición y las propiedades físicas del núcleo, la capa de silicato y del océano de la luna 'Europa', los científicos pudieron descubrir características sumamente similiares a las de nuestro planeta. 💫
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) June 25, 2020
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Los científicos consideran importante entender cómo interactúan los satélites porque esto puede arrojar luz sobre la evolución del sistema lunar en su conjunto.