El vídeo muestra la implantación de dispositivos de rastreo a 10 tiburones ballena en las islas Galápagos realizada el 14 de agosto.
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Una de las hembras de alrededor de 12 metros, llamada Coco, ha recorrido 1.100 kilómetros hasta llegar a la isla del Coco, en Costa Rica el 5 de septiembre.
El viaje entre estas localizaciones evidencia la conectividad entre las dos áreas protegidas y la importancia de esta región del océano Pacífico.
"Muestra de forma evidente la importancia de mantener alianzas regionales en la conservación de especies migratorias, que sirven de corredores biológicos marinos, como el existente entre Ecuador y Costa Rica", explicó Danny Rueda, director del Parque Nacional Galápagos.
Los científicos esperan que el animal siga transmitiendo sus datos satelitales para un mejor entendimiento de sus rutas migratorias y comportamiento de buceo, lo que permitirá lograr mayor protección de esta especie en peligro de extinción, indicó Jonathan Green, investigador principal del proyecto.
Galápagos registra una de las mayores poblaciones de hembras adultas de tiburones ballena del mundo, que usan esta área como zonas de rutas, lo que la convierte en un destino atractivo para los turistas que disfrutan del buceo con estos gigantes del océano.