"Si bien seguirá circulando el COVID-19, la expectativa es que, a finales de diciembre y enero, los números vayan disminuyendo considerablemente", señaló el epidemiólogo.
En contraste, destacó que en relación a los datos de otros países se espera que el incremento de casos dure seis semanas más.
El epidemiólogo dijo que actualmente la circulación viral poblacional es muy alta y que es difícil saber si el contagio se dio en la casa, en la calle o en el trabajo, pero que el ritmo de infectados es todavía aceptable en comparación con otros países donde se registra una duplicación de casos por semana e incluso menos.
"Hace más de un mes y medio la duplicación de casos en el país se da cada dos semanas, es mucho en comparación al ritmo registrado en abril y mayo cuya duplicación de infectados se registraba cada 40 a 60 días", pero el ritmo de expansión de la enfermedad es estable, consideró.
Añadió que eso se debe a que "dentro de todo, la gente está haciendo su parte, se está cuidando. La mayoría está usando el tapaboca (mascarilla), se está lavando las manos, está manteniendo distancia, eso ayuda a frenar bastante la enfermedad".
En ese sentido afirmó que la sociedad deberá adaptarse al nuevo virus que va a convivir con las otras enfermedades circulantes, principalmente en invierno, y que se deben mantener los cuidados sanitarios que han ayudado a hacer frente a la pandemia.