"Todos nos pusimos de acuerdo de que Bielorrusia debe celebrar unas elecciones libres para que el propio pueblo pueda decidir su futuro", dijo Morawiecki al reunirse con los líderes de Gobiernos miembros del V4 en la ciudad polaca de Lublin.
Agregó que los participantes del encuentro instaron a las autoridades bielorrusas a liberar inmediatamente a los detenidos por motivos políticos.
Los participantes de la reunión también abordaron el tema de la exención de visados para los ciudadanos de Bielorrusia, señaló el primer ministro polaco.
"Prevemos ofrecer la entrada sin visados para los ciudadanos bielorrusos", reveló Morawiecki, precisando que se trata de un paquete de medidas para apoyar a Bielorrusia.
En Bielorrusia continúan las protestas por el escrutinio de las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, que otorgaron el sexto mandato a Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y exigió una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.
En los primeros días de las protestas las fuerzas del orden recurrieron al gas lacrimógeno, las balas de goma, los cañones de agua y las granadas aturdidoras para dispersar a los manifestantes. Las escenas de violencia callejera cesaron en los días siguientes, pero las protestas continuaron, al tiempo que las autoridades detenían o expulsaban del país a las figuras más visibles de la oposición.
Para resolver la crisis política, la oposición formó el Consejo de Coordinación y en respuesta las autoridades bielorrusas abrieron un expediente penal contra esta organización por supuestos planes de derrocar el poder.