Así lo manifestó a Radio Sputnik Pedro Mouriño, presidente del grupo español Iberatlantic Global Corporation, socio en la distribución de los fármacos anticoronavirus rusos.
Poco después de que el bloque comunitario firmara un acuerdo para adquirir 300 millones de dosis de la vacuna británica, uno de los participantes de las pruebas de la última fase sufrió "una enfermedad potencialmente sin explicación". Según una fuente familiarizada con el asunto, el afectado presenta mielitis transversa, un trastorno del sistema nervioso que puede hasta llegar a ocasionar parálisis. Como consecuencia, los ensayos de la vacuna se vieron paralizados.
"Es algo sumamente serio para poder estar haciendo juegos políticos", enfatizó, al advertir que la ciudadanía occidental nunca va a perdonar que su vida y su bienestar se juegan en función de unas cuestiones que contradicen "el interés general", que es "una vacuna eficaz y segura", independientemente de donde provenga.
"Cualquier país debe barajar todas las posibilidades sin excepción, entre ellas las que vengan de Rusia", enfatizó Pedro Mouriño.
En este contexto, rechazó la campaña desatada desde el primer momento contra la vacuna anticoronavirus Sputnik V, "sin ni tan siquiera conocer los datos clínicos de las fases 1 y 2" de sus ensayos. Una campaña que fue desmentida totalmente al haber confirmado la prestigiosa revista científica The Lancet que el fármaco ruso es "seguro" y "produce una respuesta inmunitaria", algo que se observó en el 100% de los voluntarios que recibieron su dosis.
Finalmente, el presidente de Iberatlantic Global Corporation insistió en que la carrera por los fármacos que contengan el coronavirus debe empujar a los países a "cooperar", dado que se trata de "un problema de la humanidad en su conjunto".
En esta línea, expresó la esperanza de que la Sputnik V ayude a "liberar al pueblo europeo de esta pandemia", en paralelismo a los hechos de hace 75 años, cuando la entonces Unión Soviética hizo un enorme aporte a "la liberación de Europa del nazismo".