Serbín sostuvo que el atentado del 11-S de 2001 en EEUU abrió un espacio de reacomodo geopolítico.
En esta etapa estaba Latinoamérica cuando la pandemia llegó y se propagó por el continente, con mayor o menor impacto en unos países que otros, y si bien el acercamiento con Eurasia se empezó a desarrollar durante la ola de gobiernos progresistas, no se detuvo con el retorno de partidos de derecha al poder.
Para el autor entrevistado, la Organización de los Estados Americanos (OEA) volvió a posicionarse como el organismo político más fuerte, en detrimento de las instituciones creadas bajo gobiernos de izquierda.
"Estamos en la paralización de los procesos de integración regional que se venían desarrollando. Hay avances a considerar potencialmente en la posibilidad de la recuperación de la convergencia Mercosur y la Alianza del Pácifico y hay alguna expectativa de que se pueda revitalizar la CELAC [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños]", señaló.
Menos cadenas
El grado de autonomía mayor alcanzado por algunos países, al que se refiere el entrevistado, comenzó a raíz de un suceso que conmocionó al planeta y del cual este viernes 11 se cumplen 19 años: los atentados de Al Qaeda contra las Torres Gemelas de Nueva York, y el Pentágono, entre otros objetivos estadounidenses.
"El desentendimiento se inicia el 11 de septiembre, cuando las prioridades de EEUU se empiezan a poner en otras regiones y no hay una política consistente hacia América Latina", sostuvo.
Para Serbín esto determinó "un repliegue estratégico en la región, dejando vacíos geopolíticos importantes que han sido rápidamente rellenados por China y Rusia". Sin embargo, desde que Donald Trump asumió en la Casa Blanca en enero de 2017, comenzó una campaña para intentar recuperar el terreno perdido.
"EEUU es fuerte en Centroamérica", indicó el presidente ejecutivo de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales. Como dato, ocho de los 14 países que siguen reconociendo a Taiwán como país independiente están en esa región. Uno de los que rompió con la isla rebelde —considerada así por Pekín— fue Panamá, con quien estableció relaciones diplomáticas en junio de 2017.
"En los últimos dos años se desarrolló un proceso muy interesante con el acuerdo China-Panamá" sobre la Nueva Ruta de la Seda, que "apunta a utilizar a Panamá como elemento fundamental de lo que es el eje vertical" del proyecto chino de integración global, opinó.
La fuerte presión del país norteamericano no pudo evitar ese acercamiento, pero "cuando llegó el momento de firmar el TLC Panamá-China, EEUU retiró al embajador", destacó Serbín.
¿Año perdido?
Sobre las consecuencias de la pandemia en los procesos de acercamiento entre América Latina y Eurasia, el experto opinó que dependerá de varios factores pero que "ha afectado muy seriamente a los países en su capacidad de proyección en el sistema internacional".
Serbín mencionó como relevante un segundo aspecto que involucra a Rusia. "Básicamente es una profundización de la tendencia que se venía desarrollando: la tensión y rivalidad entre EEUU y China, que arrastra a todo el mundo y a muchos analistas a pensar de que el sistema internacional es fundamentalmente bipolar y lo será en el marco de esta confrontación", describió.
El tercer factor a tener en cuenta, para el experto, son las elecciones en EEUU. "Va a haber un desarrollo y escenario con la posible reelección de Trump que va a seguir en la línea de acentuar la rivalidad con China. Eso está muy claro, y quizá poner en segundo lugar la rivalidad con Rusia".
Por el contrario, habría otro escenario "si gana Joe Biden y los demócratas, en cuyo caso el acento se va a poner más fuertemente en Rusia y se va atenuar quizás el conflicto con China, por que la visión desde las perspectivas de los demócratas es más radical con respecto al rol de Rusia", reflexionó.