"El 98,8% de la deuda emitida bajo ley argentina, 41.715 millones de dólares, ha quedado reestructurada", informó el funcionario durante una comparecencia pública.
El Ejecutivo de Alberto Fernández también consiguió reducir la tasa de interés promedio de 7% a 3,07%.
A esto se añade una quita de capital del 1,9% de la deuda externa que depende de la legislación argentina, anunció Guzmán.
"Hace meses no se lograba refinanciar todo lo que se emitía, pero ahora se está consiguiendo financiamiento adicional a tasas más bajas", informó Guzmán.
Esto significa "que el Tesoro depende menos del Banco Central", añadió el ministro.
El funcionario reconoció que el país sudamericano se encuentra "en un contexto en el que costará llegar a un equilibrio fiscal primario".
Pero en paralelo se han suavizado los vencimientos en pesos del sector público nacional por los próximos meses.
Herencia amortiguada
De esta manera, el Gobierno argentino presume de haber lidiado con una carga de deuda externa "que no había manera de hacer frente, lo que implicaba más recesión, pobreza y empleo, y menos perspectivas de desarrollo", señaló Guzmán sin mencionar directamente al Ejecutivo precedente de Mauricio Macri (2015-2019).
De este modo, "la sostenibildiad de la deuda pública en moneda extranjera ha quedado restaurada, y está resuelto el endeudamiento insostenible en moneda extranjera", resumió.
El Gobierno enviará al Congreso el 15 de septiembre el proyecto de ley sobre el Presupuesto para 2021 que plantea un déficit primario de 4,5%.
Argentina consiguió que el 99% de la deuda pública emitida bajo legislación extranjera fuera reestructurada a partir de la oferta presentada por el país para canjear 66.238 millones de dólares, según anunció el 31 de agosto el presidente del país junto al ministro de Economía.
Argentina todavía debe encarar una negociación con el FMI para devolver 44.000 millones de dólares que tomó prestada la anterior gestión entre 2018 y 2019.