"Contamos con avances en muchas áreas, incluido (...) el futuro del Estado de la Unión que se basará en una posición absolutamente independiente de nuestros países y las medidas económicas correspondientes que hemos acordado", dijo Mishustin en el encuentro celebrado en Minsk.
Precisó que estas medidas están destinadas a eliminar barreras tanto en el comercio como en la cooperación cultural de Rusia y Bielorrusia.
A su vez, Lukashenko también destacó los avances conseguidos por Moscú y Minsk y expresó su agradecimiento al Gobierno ruso con respecto a las consultas que actualmente se llevan a cabo entre los dos países.
Expresó su convicción de que ambos países sacaron lecciones de los recientes sucesos en Bielorrusia —la oleada de protestas antigubernamentales por los resultados de las elecciones presidenciales— y lograron acordar muchas cosas en las cuales no podían ponerse de acuerdo antes.
Lukashenko destacó el hecho de que Rusia, un "país hermano, el principal socio económico y el mercado clave", no abandonó a Bielorrusia durante esta crisis nacional.
"Gracias por ponerse en contacto con nosotros en este momento difícil y ayudarnos al menos a estabilizar nuestra economía", recalcó el líder bielorruso.
El Estado de la Unión es una entidad supranacional formada por Bielorrusia y Rusia, cuyo objetivo es reforzar la cooperación.
La creación de esa organización no significa la fusión de sus integrantes en un solo Estado, según han subrayado en reiteradas ocasiones tanto Moscú como Minsk.