En El Rubio (Sevilla) han invertido el presupuesto de fiestas y de la piscina municipal en más seguridad para las aulas comprando mamparas para todos los alumnos.
El curso escolar ya es una realidad, nadie quiere, por salud mental y económica, mantener a los niños y adolescentes en sus casas. El Gobierno de España ha defendido en todos los escenarios y formatos posibles que este año, el alumnado vuelve a las aulas con total seguridad. Pero después de todo, finalmente la ratio de alumnos por aula no ha bajado lo suficiente en el país para garantizar la distancia de seguridad.
"Veíamos que se acercaba el curso y no nos llegaba ninguna solución desde las administraciones superiores. Los docentes nos pidieron ayuda porque la Junta de Andalucía les responsabiliza del cumplimiento del protocolo anti-COVID, pero no les daba medios", explica a Sputnik el alcalde de El Rubio (3.445 habitantes), Rafael de la Fe.
La localidad sevillana está en boca de todos desde que el equipo de gobierno decidió que el presupuesto de la piscina municipal y de fiestas municipales fuera dirigido a las necesidades educativas. El dinero se ha destinado a instalar mamparas que aíslan la mesa de cada alumno en el único CEIP de la localidad, que cuenta con 268 alumnos.
"No hemos inventado nada, pareciera que hemos reformulado la penicilina o la teoría de la relatividad, pero simplemente pensamos en los docentes y en las familias. El hecho de que esta medida tan sencilla sea noticia, en mi opinión, dice mucho de cómo estamos gestionando la educación. Síntoma de que algo va mal".
El malestar de la comunidad educativa y de las familias se deja sentir en Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS) y sindicatos. Andalucía, donde gobierna una coalición de PP y Ciudadanos, representa el mayor reto educativo de España por volumen y deficiencias. Contiene a 1,8 millones de estudiantes, 127.422 docentes, más de 7.000 centros (según cifras del curso 2019/20), y un índice de abandono escolar que ronda el 20%.
Centros escolares como el CEIP Joaquín Turina, de Sevilla, remitían el mismo 2 de septiembre una carta a los padres en la que confesaban la imposibilidad de crear un protocolo estable de seguridad ante "las nuevas y continuas instrucciones que a toda prisa nos están haciendo llegar y nos obligan a actualizarlo constantemente". Recordemos, el día 10 vuelven al cole los alumnos de primaria y el 15 los de secundaria en Andalucía.
Alcaldes como única respuesta
Pero dentro de la incertidumbre generalizada, la pequeña localidad de El Rubio es destello de optimismo. Tirando de inventiva, tratan de ofrecer más seguridad en las aulas. Las familias cuentan con una baza extra.
"Una mampara no es una vacuna, pero es mejor que nada, que es lo que teníamos hasta ahora", explica Elena, madre de dos niñas de 11 y 14 años. "Los niños son niños y necesitan ir al colegio, no podemos privarles de su niñez". Miembro del AMPA y Consejo Escolar, Elena llevaba semanas batallando por una vuelta más segura.
"En este proceso, hay quien se ha esforzado mucho por esta vuelta al cole, como el equipo directivo, que se ha quedado sin vacaciones para crear un protocolo de seguridad, pero hemos echado en falta soluciones más claras desde la Junta".
El CEIP Carmen Borrego de El Rubio cuenta ahora con una mampara para cada alumno, "además hemos elaborado un protocolo de seguridad que integra todas las medidas que propone el Ministerio", explica el director del colegio, Jose Luis Molina Navas. "Afrontamos el curso con la misma inquietud que toda la sociedad. Al menos, la colaboración del Ayuntamiento es una gran noticia para un centro como el nuestro". El alcalde de El Rubio ahonda, se trata de ayudar a las familias y a los docentes, "a ellos se les ha pasado la patata caliente de gestionar los protocolos de seguridad, pero a la vez están tan expuestos al peligro como un sanitario, las mamparas son solo una barrera más de seguridad, pero los alcaldes llegamos hasta donde nos permiten nuestras competencias".
Las mamparas son una solución extra en este colegio en el que, como en tantos otros, crear la distancia de seguridad es imposible. Las aulas tienen unos 42 metros cuadrados de media, en muchas, nos explican, la máxima distancia que se consigue es de 1,10 metros, ya que hay 4 grupos con más de 20 alumnos.
En Andalucía, son varios los Ayuntamientos los que se rebelan contra la zozobra del Ministerio de Educación y la Junta de Andalucía. Además de El Rubio, Alcalá de Guadaira y San Juan de Aznalfarache en Sevilla, Torremolinos en Málaga, Roquetas de Mar en Almería, son algunos ejemplos de búsqueda de nuevos espacios más seguros para la docencia.
"El municipalismo está para responder, los vecinos miran a los ojos al alcalde cada día, no podemos escondernos tras una rueda de prensa o un decreto ley, las soluciones tienen que ser más inmediatas y efectivas", reflexiona De la Fe, alcalde de El Rubio, un pequeño municipio donde quieren soluciones, no conflicto.
"No entiendo cómo se politiza en temas como la educación, se están anteponiendo intereses partidistas a los generales", lamenta el regidor socialista. Esa misma reflexión, la comparten miles de padres y familias que en días, envían a sus hijos con mascarilla a las aulas, y con una venda en los ojos.